HISTORIA DEL CLUB
El proyecto de arquitectura consiste en la actualización del Club de Tenis de Valencia, una de las instituciones deportivas más prestigiosas de la ciudad. Con más de 100 años de historia, su crecimiento ha sido paulatino, buscando el acomodo de su actividad en diversas sedes. Durante los últimos 60 años, el actual emplazamiento ha satisfecho las necesidades del club, adaptando sus instalaciones a la creciente demanda del programa.
Colmatada la edificabilidad del recinto, el máximo potencial del proyecto consistiría en obtener, de la nada, nuevos ámbitos de aprovechamiento, exprimiendo las posibilidades de una edificación llevada ya a sus máximas capacidades de ocupación. Este foco de oportunidad lo encontramos en las cubiertas.
Un espacio residual con opciones de convertirse en el espacio más emblemático del Club. Las vistas que desde la zona alta se perciben abarcan todas las pistas exteriores, con las copas de los árboles de los Jardines de Viveros como insigne telón de fondo. Un espacio de contemplación y dispersión, bajo la bóveda celeste que aparece multiplicada por los reflejos de la lámina de agua que remata el voladizo.
VIDA SOCIAL EN EL CLUB
La cafetería es una pieza clave de la vida social del Club. El espacio, de fuerte orientación longitudinal, recorre toda la fachada suroeste del edificio, tocado por la luz del sol en su lento descender.
El elemento de la barra recibe el encargo de acompañar al usuario a lo largo de ese trayecto en paralelo al plano de fachada, disponiendo diferentes usos y, en consecuencia, adaptando el diseño de su sección. De nuevo las lamas de madera aportan aquí la calidez de su textura, enfatizada por la iluminación rasante que las bañan. Mármoles negros de marcados veteados y superficies espejadas constituyen el fondo de trasbarra, que aparece rasgado para acoger las distintas exigencias del uso.
FLEXIBILIDAD DE USOS Y ESPACIOS
Con una arquitectura encorsetada en la intrincada geometría preexistente, el uso de comedor solicita una ampliación sustancial para poder aportar un mayor servicio a los socios del Club. Además, en el proyecto se prevé que puntualmente para eventos destacados, los requisitos de capacidad se vean aún más incrementados, lo que supone establecer pautas de flexibilidad en su compartimentación perimetral, dejando los espacios internos diáfanos. La diafanidad es, sin embargo, un requisito complejo de conseguir, habida cuenta de las numerosas piezas de instalaciones y estructurales que puntean el espacio.
El proyecto de cerramiento de este espacio de compartimentación flexible en el encuentro entre el comedor y la cafetería se ha diseñado no sólo para que pueda incorporarse a uno u otro uso en función de las necesidades de cada momento, sino que incluso pueda acoger uso de forma independiente. La instalación de un proyector y pantalla, ocultos en techo, para poder retransmitir eventos deportivos en un espacio autónomo próximo a la cafetería pondría fin a uno de los principales puntos conflictivos en sala de bridge de planta primera.
HALL DE ACCESO Y VESTÍBULO
El edificio actual del Club posee un vestíbulo de acceso completamente encerrado en sí mismo, con una iluminación débil y unos materiales pesados que acaban derivando en una sensación de oclusión. El diseño abre este espacio hacia la luminosidad de la orientación sur convirtiéndose en clave ineludible del proyecto de arquitectura, potenciando la permeabilidad con el ámbito de la terraza y maximizando la relación visual hacia las pistas.
Desmaterializada la esquina de acceso y abierta en un frente de vidrio, el entronque entre el vestíbulo y la cafetería se produce a través de un espacio destinado a área de lectura y descanso, con zonas de sofás modulares y butacas alrededor de mesas auxiliares. Esta distribución se organiza en torno a la calidez del elemento de la chimenea, que integrada en el paramento vertical de grandes paneles de piedra, consigue aportar mayores matices de confort, propios de los espacios de mayor recogimiento.
AMBIENTE NOBLE, ELEGANTE Y CALIDO
La materialidad neutra y continua del pavimento contribuye a generar la anhelada uniformidad en los interiores de un edificio con notables irregularidades geométricas. Por el contrario, el plano superior se reviste de lamas de madera, que dotan a todo el espacio de direccionalidad y carácter, al tiempo que influyen decisivamente en la mejora de las condiciones acústicas de la sala y ocultan las instalaciones.
El ambiente intimista que se persigue en el proyecto tiene su mayor apoyo en una iluminación indirecta tenue sobre la arquitectura. Unos expresivos puntos muy focalizados, que descienden sobre la superficie de mesas y arrojan haces dispersos de sombras fluctuantes.