GALLARDO LLOPIS ARQUITECTOS
Las oficinas del estudio GLA se sitúan en el chaflán de la calle Sorní con Conde Salvatierra, muy cerca del Mercado de Colón de Valencia y a unos pasos del cauce ajardinado del río Turia, el pulmón de la ciudad que la acompaña.El espacio destaca por ser un único ámbito de confluencia en el que se da cabida a la actividad de distintas empresas, fomentando el enriquecimiento de la interacción interdisciplinar, y que por su ubicación en el centro de la ciudad nos permite un contacto constante con el ritmo y vida de la misma.
TRADICIÓN E INNOVACIÓN
El espacio que se desarrolla a lo largo de la fachada decimonónica, modulado por la disposición transversal de puestos de trabajo al ritmo que marcan la apertura de huecos y la estructura junto a la textura del pavimento resaltan la tradición de las construcciones de la zona. Esa envolvente histórica preexistente y un interior contemporáneo según se avanza hacia el interior del espacio generan un dialogo entre tradición e innovación.Este espacio abierto invita a la creatividad colectiva donde se conciben los proyectos que desarrollamos, lugar de interacción entre las distintas fases y profesionales que intervienen desde la etapa conceptual y artística inicial, el desarrollo y cuidado del detalle hasta la ejecución y precisión en la obra.
PROCESO PROYECTUAL
El proceso proyectual al que se somete cada nuevo trabajo conjuga los requisitos del programa y la depuración formal de los volúmenes arquitectónicos a través de la síntesis tectónica.Esta evolución, que se desarrolla a través de un proceso de maduración en el que intervienen múltiples factores en un entorno de trabajo multidisciplinar, tiene su culminación en la definición constructiva de cada detalle singular, cada encuentro: a veces se trata de como desliza la luz a través de un lucernario, el encuentro entre dos planos, o la sencillez y rotundidad del conjunto.
EL DETALLE
El detalle constructivo, reflexionado y correctamente ejecutado, consigue generar de forma inconsciente sensaciones en el observador que vive el espacio, transmitiendo la gracia del buen hacer.En ocasiones provoca fascinación al cuestionar ideas preconcebidas de ciertas soluciones. En otras, un encuentro bien resuelto puede profundizar en la evocación del equilibrio deseado, o en la ilusión de la inmaterialidad, cuando una lámina de agua se diluye con el horizonte. La relevancia del detalle radica, precisamente, en su invisibilidad, de la que deriva también una complejidad en la que se vuelca todo el ingenio y saber constructivo del equipo para que la materialización final siga fiel a la idea con la que fue concebido.
EVOCAR SENSACIONES
Este estudio de detalle abarca distintas escalas, de la globalidad del proyecto a las más ínfimas decisiones. Aparecen tanto en la definición de la estructura para para lograr retos sorprendentes que desafían la gravedad, como en el último de los encuentros de la carpintería. Caracteriza la textura de los revestimientos, la conjunción de diferentes materiales, la unión de planos y la generación de aristas. La métrica de la estereotomía, una sutil línea de sombra o el baño de luz sobre los paramentos.EVOLUCIÓN CONTINUA
La responsabilidad que supone una ejecución escrupulosa obliga a un profundo ciclo de revisión y dibujo hasta adquirir la concreción necesaria, enriqueciendo el proyecto en el transcurso. El progreso de la obra produce un trasvase de conocimiento que repercute en nuevas soluciones.Profesionalmente, pocas emociones resultan tan gratificantes como contemplar ese detalle previamente imaginado, finalmente bien ejecutado y cumpliendo la idea inicial. El valor dado a lo que queda oculto trasciende, así, la pequeña escala logrando la nítida percepción del espacio, revelándose en toda su magnitud la importancia de lo que no se ve.