VIVIENDAS FRENTE AL MAR DE VALENCIA
Entre las fachadas modernistas del barrio del Cabañal y las doradas ondulaciones de la Malvarrosa. Un entorno urbano tradicional que se funde con el sabor del mar y los largos atardeceres sobre la playa. El emplazamiento aparece como nexo de unión entre ambos entornos, conectando las calles del carismático barrio con la profundidad del horizonte marítimo. Esa parcela en la Malvarrosa es el punto de partida del proyecto de arquitectura para unas viviendas adosadas que disfrutan de este marco incomparable.
UN PRISMA EN LA RETÍCULA
Una pieza de rotunda geometría que aprovecha la acentuada longitudinalidad de la fachada para alcanzar proporciones de marcada horizontalidad. Una horizontalidad capaz de contextualizar tanto con la larga seriación de viviendas de ladrillo históricas como con la línea penetrantemente azul del mar.
Coronando este prisma permeable, el proyecto de arquitectura dispone una cubierta aterrazada que permite a las viviendas adosadas disfrutar las mejores visuales hacia la costa de la Malvarrosa. Un espacio de oportunidad durante las animadas noches estivales agraciadas por la caricia de la brisa.
UN ÚNICO VOLUMEN, CINCO VIVIENDAS
Siguiendo el esquema tradicional de agregación de viviendas del propio barrio, el proyecto plantea una agrupación de viviendas en hilera. La construcción se retranquea hacia el fondo de la parcela, dejando el frente libre para poder disponer de un espacio ajardinado hacia el que las viviendas pueden expandirse.
De este modo, todas las viviendas disfrutan en planta baja de amplias terrazas ajardinadas que maximizan las posibilidades espaciales de la zona de día en el benigno clima mediterráneo. Para garantizar la privacidad de estos exteriores, toda la agrupación se asienta sobre un zócalo másico que eleva ligeramente la pieza arquitectónica, separándola del nivel de la calle y facilitando la ubicación del sótano común inferior.
MALLA DE PROTECCIÓN
La planta superior, donde se ubican las zonas de noche, se protege mediante una elegante superficie reticulada a modo de piel ligera que no sólo aporta privacidad a las habitaciones, sino que regula la incidencia solar y la ventilación, mejorando las condiciones de habitabilidad. Este elemento nos permite, como arquitectos, un proceso de investigacion que aporta una respuesta de diseño homogénea, abrazando todo el conjunto de las viviendas adosadas, y parece levitar sobre el basamento ajardinado de la Malvarrosa.